Al empezar la carrera esperas encontrar aquello que realmente te gusta, encontrar lo que terminará siendo un trabajo que quieras hacer cada día con ilusión, aquello que harías sin que te dieran nada a cambio. Creo que lo estoy encontrando, y sin duda esta introducción a la arquitectura me ha reafirmado que es esto lo que estaba buscando.
Esta asignatura me ha animado a ir más allá de lo lectivo, que la arquitectura no sea simplemente las horas de clase y trabajo en casa, si no que la arquitectura se lleva a todas partes contigo. Me ha enseñado que puedes imaginarla en cada rincón, que no solo ha de quedarse en las cuatro paredes de la edificación, que con el disfrute y la locura se pueden llegar a lograr grandes cosas.
Una vez dijo el profesor El arquitecto es quien tiene las ideas locas o imposibles, el que tiene las alas de la imaginación, y para eso estará el ingeniero, para poneros los pies en la tierra. Sin duda se me quedo gravada esa frase el que tiene las alas de la imaginación, imaginar diseños por imposibles que nos parezcan y crear mucha magia a nuestro al rededor, ya se encargarán los ingenieros de delimitar las posibilidades.
El arquitecto no debe delimitarse y pensar si es posible o no, el arquitecto ha de soñar, ha de diseñar y crear todo aquello que imagine que pueda hacer más bella y cómoda la vida de los demás. Y si no aquí va un ejemplo…
La Sagrada Familia de Barcelona, en construcción desde 1882.
El arquitecto Antonio Gaudí imagino esta iglesia como algo fuera de lo común, intercambiando las líneas rectas del hombre por las líneas curvas de Dios, lo que complicaría su construcción,
«El proyecto se planteó de una manera diferente» indicaba el actual arquitecto director del Templo Jordi Faulí, «sabiendo que serían muchos años».
Esta construcción no fue pensada para su época, Gaudí era un arquitecto que llevaba su imaginación mucho más allá de los medios técnicos comunes de su tiempo.
Esta asignatura me ha animado a tener una mentalidad mucho más abierta y sobre todo a no ponerme barreras en la creatividad. Me ha impulsado ha crear una nueva plataforma para inmortalizar todas las fotografías, documentos o inspiraciones que hasta el momento tenía guardados en mi ordenador. Nunca pensé que hacer un blog me pudiera gustar tanto, tener un pequeño diario de arquitectura donde poner todo aquello que te guste.
Parece ser que el pasatiempo de ver imágenes de estilos y diseños de arquitectura, escuchar conferencias de distintos arquitectos, fotografiar ciudades enteras al ir de vacaciones y hacer pequeños bocetos de ideas que me venían a la cabeza no era solo un hobibie o una forma de pasar las horas muertas, si no que todo va mucho más allá.
Querido blog, nos vemos en poco tiempo.
