Después de haber hecho la reflexión sobre la torre gótica de Alcañiz me quedé pensando en el antiguo chapitel que coronaba la torre hace tantos años.
Hasta la visita que realicé en verano a la torre, no conocía la verdadera historia que recoge esta construcción, y mucho menos, conocía el chapitel o chapiteles que habían estado situados allí.
Decidí preguntarle a mis amigos y familiares el aspecto original que ellos pensaban que había tenido la torre, recordándoles algunos ejemplos de torres góticas y renacentistas que seguro que ellos conocían:
Oviedo
Toledo
Santiago



Todas las respuestas fueron las mismas, no conocían ningún otro aspecto diferente al actual. Nadie había oído hablar de ninguno de los chapiteles que había tenido a lo largo de su historia.
Parece mentira que los propias alcañizanos no conozcan la historia de una de las construcciones más importantes de Alcañiz, pero claro, tampoco se habla nunca de ello ni se hace memoria de la misma.
La respuesta de mi alrededor a la pregunta me preocupó, puesto de no ser por la investigación que realizó el arquitecto José Ángel Gil a la historia de la torre, el recuerdo del chapitel se habría olvidado. Pocos son en la ciudad, los que recuerdan el segundo chapitel y ninguno o una gran minoría los que conocen la presencia que tuvo del primero.
Al hablar en la unidad ocho sobre el patrimonio cultural y las acciones de intervención que se le realizan, se me ocurrió una posible solución para el olvido de la estructura gótica de la torre.
¿Una reconstrucción, repristinar o realizar anastilosis?
Debía de ser algo que mostrara a los alcañizanos la verdadera cara que tuvo la torre. Pero sin transformar su aspecto actual, ya que su derribo forma parte también de la historia.
Pensando cual sería la mejor solución, se me vino a la cabeza una gran infraestructura de algún material similar al hierro que fuera compatible con los materiales actuales. Una infraestructura con el aspecto y tamaño que poseía, colocarlo en el mismo lugar que una vez tuvo.
No obstante, para conseguir todo el proceso de su historia, necesitaríamos dos estructuras que simbolizaran cada uno de los dos chapiteles que hubo. No me pareció buena idea el obviar el segundo por ser la reconstrucción del primero.
Cada una una de las estructuras deberían de ser distintas en material y color, para así conseguir diferenciar ambas con facilidad, para que a simple vista se apreciara la diferencia de estilos que ha tenido la misma torre.
Me gustaría conseguir con esta anastilosis de la torre que los alcañizanos y visitantes conozcan la historia, que sea recordada por todos y se mantenga la identidad cultural, que por su derribo no caigan olvidados.
Mi propuesta de estructura es la siguiente:
Como ya he dicho me gustaría mantener la diferencia entre ambos chapiteles y sus estilos, por lo que utilizaría distintos materiales.
Para el primer caso haría uso de una estructura de vidrio y hierro, para conseguir las formas del gótico y un aspecto similar al que tenía. El hierro le dará color y el vidrio permitirá que la estructura del interior sea visible con facilidad.
El vidrio también proporcionaría un efecto de cubierta y protección a su interior.


Para el segundo caso he pensado en el cobre. El color me recuerda al del ladrillo, material con el que estaba construido el segundo chapitel de estilo renacentista.
Esta estructura solo estaría formada por hilares de cobre, dejando huecos en lo que sería la tabiquería y muros de la antigua construcción.
El paso de la luz por el vidrio del primer chapitel y los huecos del segundo que no se lo impiden, conseguiría una preciosa imagen para la iglesia y la plaza. La altura de ambos haría que se vieran a los lejos, incluso a la entrada de Alcañiz.


Se conseguiría fomentar la cultura y el turismo, pero sobre todo el mantenimiento de la esencia histórica de la arquitectura Alcañizana.