
Empezamos aquí nuestro recorrido por las calles alcañizanas, por una de las torres con más historia de la ciudad, la Torre Gótica de Alcañiz.
Para todo alcañizano es prácticamente el edifico más importante en cuanto a recuperación del patrimonio. La torre gótica, lugar donde se firmaron hace mas de 600 años los pactos de la concordia de Alcañiz en 1412, el único monumento que queda en pie de aquella fecha histórica tanto para la ciudad como para España.
Este hermoso campanario también es conocido popularmente como La torre de las campanas, por sus siete campanas situadas a lo largo de la torre.
Todavía se presentan muchas huellas de cuando estuvo alojando otra serie de campanas, llego a haber hasta ocho en algún momento. Todas estas huellas son preinscripción de la comisión provincial de patrimonio que deben quedar manifiestas, por lo que en su rehabilitación así lo realizó José Ángel Gil.
Estas campanas todavía marcan el ritmo día a día de la vida cotidiana de los alcañizanos desde su construcción y se conserva el antiguo reloj que durante años las hizo sonar.



El edificio de 43m de altura se encuentra con la actual iglesia barroca. Ambos se conectan con una entrada que da al interior de la iglesia, al altar de la misma.
Lo curioso de estos dos elementos, son su orientación. Ya que el encuentro de la iglesia barroca con la torre gótica no es paralelo, se reconfiguro el trazado girando la iglesia 45 grados con respecto a la torre.


Su actual diseño no coincide con la idea inicial de como iba a ser esta torre. Hasta la investigación de su historia del arquitecto José Gil previo al inicio de la rehabilitación, no se supo el aspecto real de la torre. Según revelan sus estudios, la torre llegó a tener el doble de altura, alrededor de 67,8 metros frente a los 43 actuales.

En un grafito del interior de la torre se ve la representación idealizada de la torre gótica.
Entre otros elementos se ven los arcos, la escalera -que era practicable para dejar incomunicada la planta primer y la planta segunda-, e incluso la vista idealizada del capitel que tuvo la torre en su día.
Esto se debe a que estaba coronada por un chapitel que cambiaba por completo la imagen que tenemos ahora de la ciudad.
El arquitecto dice que posiblemente se igualaba en altura con la Torre del Homenaje del Catillo Calatravo, del que más adelante reflexionamos.
«Sabemos que la edificación contó por lo menos con dos chapiteles, uno gótico y otro renacentista»
José Gil, arquitecto.
Tras la rehabilitación se pudo observar un grabado en la pared del diseño inicial que evidenciaba esta investigación.


En esta novela histórica de 1704, se encuentra una descripción del anterior aspecto de la torre.
«remátase ahora toda en muchas columnas o pilares de ladrillo todo alrededor, unos más gruesos que otros y con sus globos y cruz muy hermosa y grande, de hierro, por remate de todo», (cita textual).
La historia arquitectónica de este edificio va mucho más allá de su construcción, ya que hasta pasada su rehabilitación no se conocía ni el año de construcción.
Su construcción se inició a mediados del siglo XIV, pero tuvo varias interrupciones en su construcción económicas y sociales como la Peste Negra de 1348 y las Guerras de Unión de 1347-1348, que hicieron detener su construcción hasta las primeras décadas del siglo XV.
En cuento al chapitel, en el siglo XVI se sustituyó el gótico por otro de ladrillo que fue derribado parcialmente en 1845, cuando se colocó un nuevo reloj. En 1985, al llevarse a cabo un proyecto de restauración de esta torre, se eliminó el pequeño cuerpo de ladrillo que todavía conservaba y adquirió el aspecto que mantiene la torre en la actualidad.
Se realizó una terraza con un remate de hierro en el que se puede leer la fecha de 1574. Desde este lugar hay una vista 360º de todo el centro histórico de Alcañiz.




Al derribo de la iglesia gótica y la construcción de la barroca, se taparon muchos símbolos góticos de la planta baja mediante otros barrocos. Tales como el escudo del impulsor de la torre el arzobispo de Zaragoza don Pedro López de Luna y Ximénez de Urrea.


Hablemos de su rehabilitación…
La rehabilitación finalizada en febrero 2020 tras más de un año de obras, limpieza, consolidación y rejuntado de la fabrica, que se encontraban en algunos puntos graves estado de deterioro.
El arquitecto alcañizano José Ángel Gil hizo una rehabilitación conservando las dos corrientes estilísticas que ha tenido la torre, el gótico y el barroco. Aunque mantuvo todo lo que le permitía el desgaste del edifico, tuvo que realizar alguna nueva reconstrucción de apoyo como en las cornisas, que se tuvieron que reconstruir prácticamente por completo.
Empecemos de arriba hacia abajo:
En la planta de cubierta se ha reparado lo que es la salida de la escalera de la torre a la cubierta y el estado de las gárgolas y como se debe acometer sobre ellas


En la planta segunda es la considerada la planta noble, es donde hay una serie de ventanales con una tarjearía más elaborada que otras plantas, se ha regularizado el suelo y se han repuesto las plementerías que estaban demolidas, se han limpiado los paños y recuperado los alabastros.
En la planta primera se dejó un testimonio en la pared para poder hacer en el futuro una estratigrafía de las secuencias históricas de como se han ido acumulando determinado depósitos en las paredes, aquí es donde se puede observar cómo estaba la torre en prácticamente toda su altura



Bajo la bóveda que cubre la planta primera se realizaron unas labores de limpieza, dejando nuevamente un testigo de la suciedad que hubo que se puede apreciar como estaba la torre. En esta bóveda podemos apreciar una imagen de la virgen madre con el niño y los lirios en el centro de la bóveda, ocultas hasta la rehabilitación.
Destacar que es un bien cultural donde prevalece mantener las características originales que conforman esta bien. Así lo hizo el arquitecto de la rehabilitación manteniendo los dos estilos arquitectónicos de su historia. Lo podemos observar en la planta baja
Hay doble acceso a la torre, uno que conecta directamente desde la calle hasta el interior del espacio y otro que conecta con el altar de la actual iglesia barroca.

Todo alcañizano tenía mucha ilusión por conocer el interior de esta torre, ya que hasta su rehabilitación las condiciones de la torre no eran las más favorables. No obstante por temas de la pandemia, se había mantenido cerrado su acceso a visitas hasta este verano, cuando pudimos visitarla.
Es curioso el desconocimiento de la historia que recogía esta torre y que todavía mantuviera tantos años de historia ocultos entre sus elementos. La rehabilitación fue muy acertada y su ejecución ha respetado la historia de la torre, ahora alcañizanos y visitantes podrán conocer su interior y parte de la historia de Alcañiz.
¡Última curiosidad!
Durante la visita pude observar un gravado en la piedra del segundo piso FERRANDO 1990. Me llamó la atención que apellidos del pueblo estuvieran marcados al rededor de la torre, y en concreto el mío.
Me hizo pensar en familiares que igual que yo hubieran visitando antes de su deterioro la torre, que incluso hubieran podido ver parte del chapitel de ladrillo que se derrumbó por esas fechas o trabajado en anteriores reconstrucciones.
Alcañiz no es un lugar muy grande, pero no hubiera pensado nunca encontrar mi apellido en esta torre.

BIBLIOGRAFÍA
Todas las fotos y dibujos son de elaboración propia. Imágenes realizadas en su mayoría por Elena Ferrando.
Información también ha sido extraída de la visita guiada a la torre.
https://www.youtube.com/watch?v=YzCMO0Xg50I
https://www.youtube.com/watch?v=ODtcfwXltOM