A principios de la carrera y tuvimos que responder un cuestionario con unas preguntas que todavía no me había planteado. El profesor nos preguntó ¿Qué es para vosotros la arquitectura? ¿Quién es el arquitecto?
A lo primero le respondí algo como… La arquitectura es todo aquello que nos rodea, es la mezcla entre arte, estilo y técnica. No podemos escapar de la arquitectura. Por otro la segunda respuesta fue… El arquitecto es el encargado de dar belleza a nuestras vidas, dotando a los edificios de un sentido para facilitar la vida a quien le da uso.
Al comenzar las clases se nos han vuelto a plantear, con unas posibles explicaciones y visiones que distintos arquitectos tenían sobre el tema. Me han hecho tener una visión diferente, aunque mejor dicho, una visión más amplia de lo que hasta ahora tomaba yo sobre todo ello.
He decidido hacer una reflexión sobre esto, porque cuando pasen unos años y ya pueda decir que soy arquitecta, podré ver estas respuestas y contrastarlas con lo que entonces respondería.
Pues bien ¿Qué es para vosotros la arquitectura?, ahora respondería lo siguiente:
Como bien dice David Mackay en uno de sus libros, la arquitectura es como un teatro. Un teatro para toda persona que quiera ir más allá del uso exigido y necesario que se le da a cada elemento arquitectónico. Un modo de contemplar y disfrutar la realidad que nos rodea, variando esta en ojos de cada espectador que quiera contemplarla.
Si es verdad que denominarla arte puede englobar o encajonar a la arquitectura en un eje del cual se sale. No podemos denominarla arte, en la totalidad de su palabra, dado que la arquitectura nace de la necesidad y exigencia de la sociedad. Es una práctica que no se puede finalizar por completo sin que detrás esté la utilidad necesaria que le van a dar las personas.
La arquitectura es para quien quiera contemplarla, nadie puede escapar de ella, pero si de la sensibilidad de apreciar el arte que recoge. Como ya he dicho, denominarla así podría estar en una posición equivocada hasta cierto punto, pero no podemos separarla de ello, del mismo modo que no podemos separarla de la técnica y la cienica.
En el mundo de la arquitectura se coge de la mano a la ciencia y el arte, para así darle un sentido y gusto a la técnica de la construcción. Estos dos ámbitos no pueden ser divisibles, porque si así fuera, no hablaríamos de arquitectura, si no de subgrupos o elementos que la abarcan.
«La arquitectura es el tejido que conecta ambas esferas. Y sería imposible vivir en una sin la otra» THOM MAYNE
¿Quién es el arquitecto?, te respondo:
Si buscamos la definición de arquitecto por internet, esta nos habla del arquitecto como el profesional entrenado para la planificación, diseño y supervisión de la construcción. Cierto es que la posición del arquitecto abarca estas tres cualidades, pero esta profesión va mucho más allá.
El arquitecto es aquel que en base a las necesidades y exigencias de una sociedad, crea y diseña para construir espacios que faciliten y embellezcan la vida de quienes van a darles uso. Tiene la gran responsabilidad de crear espacios en los que la gente habitará la mayor parte de sus vidas, ya sea en el interior o en el exterior.
Un buen arquitecto escucha, entiende e interpreta las peticiones que se le plantean y después plasma soluciones coherentes de una manera bella y novedosa que dan una mayor eficacia a su construcción.
Podemos decir que el arquitecto es para su sociedad, para sus generaciones. Trabaja en base a las necesidades de sus clientes, por lo que podemos observar que sus creaciones tendrán una correlación con el estilo de la sociedad para la que trabaje. A la responsabilidad constructiva y técnica que tiene, para mantener la seguridad de quien ocupe el edificio, se le suma la responsabilidad moral, la posibilidad de que su edificación perdure a lo largo de los años.
Un arquitecto trabaja en grupo, en equipo. Es de este modo como verdaderamente se consigue una mayor creatividad de ideas y capacidad técnica. Por lo que es básico el trabajo en equipo dentro de esta profesión.
Cuando alguien escucha, lee, mira, viaja y analiza cualquier información que le llega, es como realmente surgen las nuevas ideas. Un arquitecto debe empaparse de todo elemento posible para conseguir un mejor resultado. Ha de sentir lo ya creado para poder construir algo nuevo. Por lo mismo, el arquitecto debe conocer la historia, los estilos anteriores al suyo, lo que alguien ya pensó que puede serle de ayuda.
El arquitecto debe abarcar un amplio abanico de campos que le obligarán a tratar con temas tanto de urbanismo, medioambiente, leyes, normativas, sociología y psicología; como de arte, música y hostelería, entre otros. Es por ello que está en un constante aprendizaje.
«El arquitecto tiene una habilidad extraordinaria de imaginar o ver algo que no existe. Mirar un lugar, esplanada o parking vacío y ver un edificio. Es lo que hace única esta disciplina» MAURICE COX